Las elecciones locales de Baja California en el 2016.
Es momento que...
La historia nos ha enseñado que debemos aprender de nuestros errores, o al menos, eso dicen.
Años pasan, periodos electorales se avecinan, propuestas, promesas, elecciones y de nueva cuenta las ciudades de Baja California se encuentran con años de atraso.
Los ciudadanos y ciudadanas se enojan, discuten cuales serían los mejores candidatos (as), discuten mejorías en las agendas políticas, emerjen con las mejores propuestas (desde su punto de vista) y vuelven a votar por los mismos partidos.
Y este proceso se repite cada periodo electoral, todo mundo se vuelca en conseguir un nuevo puesto público, a través de las elecciones, para poder estar dentro del ejercicio presupuestal, poder colocar a su equipo y poder seguir ejerciendo el poder.
Cuando un candidato, partido o grupo en
el poder repite en el proceso electoral, se le olvida lo endeudado que
dejaron a la Ciudad, que metieron a decenas y cientos de sindicalizados
al Ayuntamiento, que solo fueron al Legislativo a levantar la mano, que
cobraron como ejecutivos de grandes empresas durante tres años y que no
devolvieron ni nuevas ni mejores leyes, ni cambios significativos en la
administración de una Ciudad, ni hicieron cosas distintas para cambiar
el entorno. Y todas (os) se enfocaran en la AGENDA PENDIENTE, resolver la problemática vigente en las Ciudades:
- Las calles y sus eternos baches.
- El alumbrado público y la semi oscuridad.
- El abultado aparato burocrático y su excesivo gasto.
- La desigualdad social en San Quintín.
- La violación de los Derechos fundamentales en el Sur de Ensenada.
- Nuevos espacios para la cultura.
- Nuevos espacios para el esparcimiento.
- Proyectos para detonar el esperado crecimiento económico y social.
- El agua y el acceso a esta.
Como sí ESTO, NO FUERA el trabajo que se debiera realizar de manera constante, cotidiana y permanente en las ciudades.
Pareciera que a los electores y electoras se les olvida lo que han hecho las autoridades, porque quizá este sí sera el bueno o la buena, quizá vaya a robar menos, o quizá porque tiene una bonita sonrisa ejerceran el poder de una manera distinta. Cuando los objetivos, las líneas de acción y los planes de gobierno deberían ser el Eje Principal en las elecciones. Nos hace falta recordar la historia, para no repetir los mismos errores.
Es momento que...
- Se respete las Leyes, se eviten influyentismos y nepotismos, y los servidores públicos NO se sirvan del presupuesto.
- La ciudadania exija un propuesta coherente, donde los candidatos (as) presenten un plan a mediano y largo plazo para cambiar el entorno y las caracteristicas de las ciudades rescatando objetivos sustentables y de planeación urbana y rural.
- Donde la movilidad urbana se base en transportes masivos, cómodos, accesibles -por no decir baratos-, con carriles exclusivos y horarios determinados.
- Andar en bicicleta por las ciudades se pueda hacer de una manera segura, con señalizaciones, con semáforos.
- Las pequeñas y medianas empresas tengan un canal de comercialización, que permita impulsar el comercio local y regional, por medio de la compras gubernamentales.
- Puedan crearse empresas de manera rápida y eficiente, sin tantos tramités burocráticos.
- Las autoridades públicas no ganen sueldos de primer nivel y dirijan ciudades de segunda categoría.
- Se reconozca la realidad imperante en las localidades y en base a ello se construya una propuesta de gobierno.
- Se impulse un turismo sustentable, con nuevas formas de captación de agua, generación de electricidad sustentable, y que permita que el turista regrese nuevamente a la ciudad y a la región.
- La ciudadania asuma su responsabilidad y ejerza su derecho de construir planes, transparentar el presupuesto, y ejerza la contraloría social de manera organizada.
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