Desde el punto de vista de las Ciencias Naturales es imposible pensar que el fruto no pase la maduración antes de la pudrición. Pero un viejo dicho mexicano nos dice que hay gente que nunca llega a madurar y se queda permanentemente en la inmadurez, es decir, pasa de verde a podrido.
Esto pareciera que esta pasando en una parte de la clase política vigente en la actualidad (en un parte, porque la otra ya nació podrida por su filiación partidista).
¿Porqué esta deducción?, hablamos que se vive en gran parte del país una elección local con candidatos independientes, en algunos casos jóvenes que han decidido participar como candidatos o candidatas, con una mayor participación de mujeres como candidatas en distritos o localidades donde el partido postulante ha resultado ganador.
Pero por otra parte hablamos que los candidatos independientes rápidamente han retomado el discurso de las promesas, repitiendo lo que los partidos históricos y nuevos han venido diciendo en los últimos años, que solo lograr decir que se han diferenciado porque ellos no reciben financiamiento público en abundancia, y decir que son algo distinto porque no tienen partido.
De jóvenes que NO han tenido la capacidad de innovar propuestas, de proponer campañas de distinta forma, de aprovechar las oportunidades que su momento histórico les esta proponiendo, encasilladose en criticas simples a los partidos que gobiernan, en quejarse por la copia que hacen a la única propuesta que han repetido, en sonreir para la foto. Se han convertido en candidatos(as) jóvenes con discurso y prácticas de político viejo.
De nueva cuenta le apuestan al carisma para ganar una elección, y dejan fuera las propuestas de largo plazo, las propuestas para mejorar el entorno, las propuestas para mejorar a la ciudadanía.
Me refiero a esta parte de los candidatos (as) porque son los que pueden representar un cambio, porque pensar en que los partidos históricos y los nuevos puedan cambiar, es pensar que el fruto podrido pueda ser bueno.
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